Perfume masculino 55 ml CIEN FRAGANCIAS
FAMILIA: Almizcle-Floral-Amaderada
Notas de Salida: especias, petit grain, lavanda, notas verdes, toronja (pomelo) y bergamota.
Notas de Corazón: jengibre, gardenia, violeta y salvia.
Notas de Fondo: ládano, sándalo, almizcle, madera de gaiac, vetiver y inciensoDescripción: Una fragancia joven y con matices seductores que describe al hombre moderno que vive en las grandes ciudades, innovador y seguro de sí mismo, con ganas de conocer y seguir en constante crecimiento en el ámbito profesional y personal.
La fusión de sus notas olfativas, hacen de esta fragancia un símbolo de virilidad y un arma perfecta para la seducción. Es la elección perfecta tanto para el día como la noche y cualquier estación del año.
Sale con una bocanada cítrica de la mano de la bergamota y las notas verdes; seguidamente, pasamos a diferenciar notas ligeramente más florales: gardenia, violeta, salvia, para dejar paso a los aromas más amaderados y especiados como el vetiver, el incienso o el almizcle entre otros.
Los perfumes de esta familia son cálidos y sensuales. Su composición se centra en las distintas variedades del almizcle, complementadas por notas florales de rosa, jazmín, ylang ylang y lirio. También suelen contener acordes amaderados y matices de ámbar.
La mayoría de las fragancias femeninas contienen notas florales al igual que muchas fragancias para hombre. Las fragancias florales son fáciles de reconocer nada más olerlas, son muy femeninas, encantadoras, elegantes, delicadas y románticas.
Las notas florales son uno de los componentes más frecuentes en la perfumería femenina. Se trata de la familia olfativa más grande y popular de todas. A ella pertenecen aquellas fragancias cuyas notas giran en torno a una o a un bouquet de flores.
Entre las materias primas más destacadas encontramos el jazmín, las rosas, las violetas, el narciso, los lirios y el geranio. Muchas veces la fragancia contiene también notas de otras flores, como peonía, gardenia, nardo, lirio del valle, fresia, magnolia, geranio o mimosa. Hay perfumes en los que una flor proporciona el aroma dominante, y otras en las que se mezclan los olores de varias, algunos contienen un toque de frutas o especias, y la mayoría complementa el olor de las flores con matices de maderas, musks, ámbar o vainilla.
Trabajar con esta familia olfativa ofrece una variedad infinita de combinaciones. Nuevas combinaciones logran expandir la selección.